Estimados amigos:
En esta entrada vamos a tratar, aunque de manera somera y muy superficial, de las Leyes de la Plata. Toda la información está extraida de la Novísima Recopilación de las Leyes de España (1835), aunque también hemos consultado el manual de Antonio Bonet Correa (2000, Ed. Cátedra), Historia de las artes aplicadas e industriales en España, pues este autor también se ocupa de la legislación en algunos capítulos dedicados al noble arte de la platería.
Mediante la "Ley de la Plata" se quería señalar qué cantidad de cobre debía ponerse junto con la cantidad de plata para que el material resultante fuera "de ley". La plata final, conocida como "dineral", constaba de 12 dineros, y cada dinero tenía 24 granos. Conforme a este sistema, se estableció la adecuada proporción de plata y cobre.
En 1435, el rey Juan II de Castilla dispuso la proporción más elevada: 11 dineros y 4 granos (de los 12 dineros, 11 y cuatro décimas se hacían de plata mientras que restaban 20 para el cobre). Esto equivalía en términos modernos a plata de 930 milésimas (930 gramos de plata por cada kilogramo).
En el siglo XVIII, Felipe V sometió la ley a una rebaja (teniendo en cuenta las épocas de crisis económicas) y estableció la ley en 11 dineros de plata y 1 dinero de cobre, teniendo como resultado una plata de 925 milésimas. Aquella plata que cumplía este requisito en tiempos de Felipe V y posteriores era señalada como "de ley".
Por último, el rey Fernando VII volvió a hacer otra rebaja de las cantidades: 10 dineros y algunos granos de plata, y más de dinero y medio de cobre. El efecto final: plata de 916 milésimas, la plata que actualmente se trabaja puesto que la ley no ha variado desde entonces.
Pero, ¿quién velaba por el estricto cumplimiento de las Leyes de la Plata y no se burlaban, intentando camuflar una plata de menor calidad? Ahora entran en juego los denominados "Fieles Contrastes" o "Marcadores", aunque de ellos y su labor hablaré próximamente.
Gracias por leerme. Saludos.
Alejandro.
P.D. La imagen es un grabado del taller de un orfebre.
En esta entrada vamos a tratar, aunque de manera somera y muy superficial, de las Leyes de la Plata. Toda la información está extraida de la Novísima Recopilación de las Leyes de España (1835), aunque también hemos consultado el manual de Antonio Bonet Correa (2000, Ed. Cátedra), Historia de las artes aplicadas e industriales en España, pues este autor también se ocupa de la legislación en algunos capítulos dedicados al noble arte de la platería.
Mediante la "Ley de la Plata" se quería señalar qué cantidad de cobre debía ponerse junto con la cantidad de plata para que el material resultante fuera "de ley". La plata final, conocida como "dineral", constaba de 12 dineros, y cada dinero tenía 24 granos. Conforme a este sistema, se estableció la adecuada proporción de plata y cobre.
En 1435, el rey Juan II de Castilla dispuso la proporción más elevada: 11 dineros y 4 granos (de los 12 dineros, 11 y cuatro décimas se hacían de plata mientras que restaban 20 para el cobre). Esto equivalía en términos modernos a plata de 930 milésimas (930 gramos de plata por cada kilogramo).
En el siglo XVIII, Felipe V sometió la ley a una rebaja (teniendo en cuenta las épocas de crisis económicas) y estableció la ley en 11 dineros de plata y 1 dinero de cobre, teniendo como resultado una plata de 925 milésimas. Aquella plata que cumplía este requisito en tiempos de Felipe V y posteriores era señalada como "de ley".
Por último, el rey Fernando VII volvió a hacer otra rebaja de las cantidades: 10 dineros y algunos granos de plata, y más de dinero y medio de cobre. El efecto final: plata de 916 milésimas, la plata que actualmente se trabaja puesto que la ley no ha variado desde entonces.
Pero, ¿quién velaba por el estricto cumplimiento de las Leyes de la Plata y no se burlaban, intentando camuflar una plata de menor calidad? Ahora entran en juego los denominados "Fieles Contrastes" o "Marcadores", aunque de ellos y su labor hablaré próximamente.
Gracias por leerme. Saludos.
Alejandro.
P.D. La imagen es un grabado del taller de un orfebre.
1 comentario:
Pues sí que estaba todo bien estipulado... se pierde uno con tantas cifras.
Saludos y felicidades por tu blog.
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