Disculpad por no atender esto como os merecéis pero el volumen de trabajo es muy alto y no puedo dedicarle a este blog, que es tan vuestro como mío, el tiempo que me gustaría. Hoy vuelvo para hablaros de una iglesia que ayer tuve ocasión de volver a visitar: la iglesia de San Juan Bautista en la localidad de Monóvar (Alicante), un verdadero templo de la Contrarreforma en estas tierras, tanto por su tipología arquitectónica de nave única con capillas como por los programas devocionales que desarrolla particularmente a San Juan Bautista y a los Santos Pedro y Pablo, algo que se pone en relación con las devociones potenciadas tras el Concilio de Trento.
Iglesia de San Juan Bautista y los Santos Pedro y Pablo
Pero sin duda, la gran aportación al arte de la Contrarreforma de esta iglesia se lleva a cabo en la capilla dedicada a la Virgen del Remedio, patrona de la villa, abierta en el lado del Evangelio con planta de cruz griega cubierta por cúpula, según era costumbre para estos espacios tan especiales. Evidentemente, el lector ávido en estos temas del arte sacro podrá decir que no se trata de ninguna novedad ni tipológica ni arquitectónica. Y, en efecto, así es. Lo novedoso de este recinto sagrado lo proporciona el mensaje que propone a través de un cuidado programa iconográfico dedicado a la exaltación de María, en plena correspondencia con lo vivido por esos momentos contrarreformistas. El fenómeno de la Contrarreforma adquiere en estas tierras de la diócesis de Orihuela un carácter verdaderamente ejemplar por muchos motivos, desde el propio nacimiento de la diócesis en 1564 hasta la acción de obispos y clero que imponen los gustos imperantes en todo el orbe católico y tratan de adecuar y actualizar la imagen de este obispado a los nuevos postulados. Pero la diócesis oriolana vive en los años centrales del siglo XVIII una especie de Contrarreforma retardada, unos últimos ecos del movimiento bajo los episcopados de don José Flores Ossorio y don Juan Elías Gómez de Terán, quienes propiciarán un auténtico boom artístico.
Entre las obras que se levantan en esa suerte de Contrarreforma tardía está la iglesia de San Juan Bautista y de los Santos Pedro y Pablo de Monovar. Pero, muy especialmente, la capilla dedicada a la Virgen, con un espléndido retablo de esos momentos centrales del XVIII coronado por la Santísima Trinidad, en cuya hornacina se aloja la imagen de la Patrona de la localidad en un camarín cubierto por bóveda esquifada. El espacio resulta íntimo y en sí representa un bello contenedor de obras de arte, pues no en vano en otros tiempos acogía una imagen de la Virgen de la Aurora del escultor murciano Roque López. La exaltación mariana no solamente se acredita por el bello retablo y la propia talla de la Virgen sino que las propias pechinas ya no presentan a los típicos evangelistas con sus elementos tetramórficos, pues en este caso se disponen altorrelieves sobre la vida de la Virgen, a saber, la Presentación en el Templo, la Anunciación, la Presentación en el Templo de Jesús y la Asunción, que le confieren a la capilla un carácter particular.
Talla de la Virgen del Remedio
Capilla de la Virgen del Remedio
Pechina con altorrelieve de la Anunciación
Pechina con el altorrelieve de la Presentación de Jesús en el Templo
Pechina con el altorrelieve de la Presentación de María en el Templo
Pechina con el altorrelieve de la Asunción de María
Sagrario
Remate del retablo con la Santísima Trinidad
Portada de la Capilla de la Virgen del Remedio
2 comentarios:
¡Hola!
En primer lugar, te felicito por el blog y por el tiempo y el trabajo que le dedicas. ¡Una gran labor! Enhorabuena.
En cuanto a esta entrada en concreto, me gustaría precisar que la titularidad de la parroquia se concreta en San Juan Bautista, si bien todo parece indicar que el templo se dedicaba a los Santos Juanes, puesto que en los relieves de las columnas de la portada aparecen atributos de ambos.
La presencia de los Santos Pedro y Pablo en el altar mayor es contemporánea y se debe a una donación realizada hace aproximadamente una década.
Te felicito por las fotografías y por el trabajo de difusión que realizas. Seguro que la parroquia de San Juan Bautista de Monóvar tiene otros muchos elementos que son de tu interés.
¡Un saludo!
Carlos Navarro
Carlos, muchas gracias por tu comentario! Te explico: cuando fui por primera vez a visitar este espléndido templo, vi el emblema papal en la puerta (ya sabes, la tiara con las dos llaves cruzadas, símbolo de San Pedro) y le pregunté al párroco por él, ya que tenía entendido que la titularidad la ostentaba únicamente San Juan, a lo que me respondió que la titularidad era compartida con los Santos Pedro y Pablo. Desde luego, Monóvar tiene un verdadero tesoro con esta iglesia, con particular reflejo en su capilla de la Comunión.
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