martes, 22 de enero de 2008

Una mala consideración

Estimados amigos:

Espero que hayáis disfrutado con la fotografía que puse ayer, de esa Custodia de reducido tamaño que se conserva en el Museo de Puçol. No sé si alguien leerá todos estos comentarios que yo subo en mi blog, pero lo que me interesa a mí es dar a conocer todas estas cosas que, hasta hace bien pocos años, habían pasado muy desapercibidas.
Tal era así, que tanto la orfebrería como los textiles, muebles, rejas, esmaltes, vidrio, cerámica, etc., se habían venido denominando, desde los primeros estudios de Historia del Arte (allá por los finales del siglo XVIII a cargo de Winckelmann) como "Artes menores". La clasificación de las artes quedaba bien definida: por un lado, las artes mayores (arquitectura, escultura y pintura) y, por otro, las artes menores (todas las que enunciaba al principio de este párrafo). Esta distinción va a tener vigencia hasta mediados del siglo XX, cuando las "Artes menores" pasarían a denominarse "Artes decorativas", aplicadas o industriales.
Esa denominación de "Artes menores", a todas luces peyorativa, siguió vigente tantísimos años porque apenas se habían investigado. Por ejemplo, el bordado, hasta principios del siglo XIX, era un oficio propio de hombres. Esto no podía ser considerado arte, sino artesanía. Y he ahí el error en la forma. Posteriormente, las labores de bordado las acometieron las personas integrantes de órdenes religiosas -bordado religioso para iglesias- y las niñas -bordado para las ropas de ajuar-.
Pero, claro está, desde hace algunas décadas, esta denominación se ha venido abandonando y se ha adoptado el nombre de "Artes decorativas y suntuarias", y ya se subraya el carácter culto de este tipo de arte.
Muchas de las piezas de orfebrería, como el Sagrario de la Catedral de Sevilla (Francisco Alfaro, 1593), evocan obras de arquitectura. Es decir, el maestro platero que ejecutaba una obra, debía conocer lo que se estaba creando en la época. Y si observamos con detenimiento el Sagrario de Alfaro, veremos una clarísima referencia a los grandes arquitectos renacentistas italianos Vignola, Serlio y Palladio.
Quizá lo más interesante, y lo que definitivamente las mueva a ser consideradas como artes independientes, sea su participación en la evolución de los estilos, igual que pueda hacerlo la escultura, la pintura o la misma arquitectura.

Con todos estos argumentos, espero que haya quedado claro que la orfebrería o los textiles son artes independientes, de igual consideración que las mal denominadas "Artes mayores".

En breve, comenzaré la historia de la platería a través de los cálices.

Un saludo.

Alejandro.

No hay comentarios: