Estimados amigos, aficionados de las artes decorativas y, sobre todo, del arte sacro:
Hoy vuelvo con un capítulo muy importante: las Custodias del siglo XVI. El dieciséis español tendrá muchas grandes figuras de plateros y artistas, aunque sólo hoy veremos a Enrique de Arfe, iniciador de la muy importante saga de los Arfe.
Enrique de Arfe. (también llamado Enrique de Colonia por su probable origen germánico), (1475 - 1545). Orfebre que trabajó en España pero cuyo origen se supone alemán, fue el pionero de una familia de gran reputación en la orfebrería castellana entre los que destacaron sus hijos, Juan y Antonio de Arfe y su nieto Juan de Arfe.
Aunque inició sus trabajos en el gótico, donde destaca la custodia de la Catedral de León, no tardó en recoger el espíritu y la técnica renacentista que comenzó a plasmar con enorme brillantez en su obra más conocida: la custodia de la Catedral de Toledo. Realizó también trabajos de orfebrería por encargo en otras catedrales españolas (Custodias de: la Catedral de Córdoba, de la Catedral de Cádiz y la de Sahagún), y para piezas asociadas a los pasos procesionales de Semana Santa como cruces, cofres y relicarios. Realizó el esbozo para la custodia de la catedral de Salamanca, que finalmente no le fue encargada.
Hoy analizamos la Custodia de la Catedral de Toledo, su obra más conocida según leíamos más arriba. Aunque estemos ante una obra ejecutada en un momento muy prematuro del Renacimiento, observamos toda la estela y la herencia de las custodias góticas y del arte gótico en general: Enrique de Arfe concibe su pieza como una gran catedral gótica, un templo de reducidas dimensiones y de materiales preciosos destinado a albergar el cuerpo de Cristo en el día del Corpus.
En próximas entregas volveré con su hijo Antonio y su nieto Juan, siendo éste último la gran figura del panorama español del siglo XVI.
Gracias por leerme.
Un saludo.
Alejandro
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