domingo, 9 de noviembre de 2008

La platería en el siglo XX: las Custodias

Queridos amigos:


Hace ya algunas semanas que no pasaba por este Blog debido a la acumulación de trabajos y proyectos. Muchos de vosotros me felicitáis por mi página a la vez que me sugerís que trate algunos temas que se van quedando en el tintero a lo largo de este recorrido que emprendí hace casi un año por las Artes Decorativas y Suntuarias.
Gracias al aliento y al apoyo de todos vosotros, incluidos los que fueron mis profesores durante la Licenciatura, he llevado a cabo este bonito proyecto de página web (en breve cambiará de dirección y será http://www.artesdecorativas.es/, aunque de momento tendréis que consultarme aquí), que tiene numerosas visitas y muchos de sus visitantes se toman la molestia de dirigirse a mi correo electrónico para hacerme partícipe de sus impresiones, a la vez que me recomiendan algunas cosas o me piden orientación en determinados trabajos.
Pues bien, haciendo caso de las indicaciones que me habéis mostrado algunos de vosotros, vuelvo a retomar el capítulo que escribí hace ya algún tiempo sobre la Platería contemporánea y sus principales clientes, refiriéndome principalmente a todas aquellas Hermandades y Cofradías de Semana Santa. Hoy me gustaría hablar de una pieza tan característica como son las Custodias, tanto de Asiento como de Andas, que normalmente se encuentran en las catedrales y otros grandes templos.
A raíz tanto de las Desamortizaciones sufridas en el siglo XIX como en el episodio tan anticlerical de la Guerra Civil española (1936-1939), se hurtaron, perdieron y fundieron numerosas piezas de los ajuares catedralicios y parroquiales, siendo las Custodias piezas predilectas para tales fines. Una vez terminada la contienda nacional muchas iglesias, Catedrales incluidas, se afanaron por recuperar parte de su esplendoroso pasado y adquirieron más y más obras de platería, entre las que se encontraban, lógicamente, las Custodias, cuyo fin podría ser doble: por una parte, servir de Custodia para la procesión del Corpus Christi, y por otra, ser un expositor (si el ostensorio era de pequeño tamaño) para la adoración de la Sagrada Forma.
Hay custodias de todos los tipos y de todos los tamaños. Una de las obras que más llaman la atención es la Custodia de la Catedral de Valencia, adquirida en la década de los 40 del siglo pasado al taller de orfebrería Pajarón, considerada la más grande del mundo cristiano con más de 4 metros de altura. Aquí os dejo una fotografía de la misma para que la podáis observar con detenimiento.



El próximo día hablaré de las custodias-ostensorio, más pequeñas, que se hicieron en la posguerra y que resultano muy interesantes. Gracias de nuevo por haber llegado hasta aquí. Espero vuestros correos. Saludos.

1 comentario:

David Rodríguez Jiménez-Muriel dijo...

Tenía entendido y de ello se jacta su Cabildo Catedral, que la gaditana era la más alta del orbe católico.