martes, 1 de septiembre de 2009

La vuelta al cole....




Queridos colegas y visitantes:

El primer día de septiembre vuelvo a actualizar este blog, que durante el mes de agosto lo he tenido tan abandonado. Sois muchos los que habéis contactado conmigo a través del correo electrónico y me habéis hecho partícipe de vuestras investigaciones y vuestras inquietudes. Como sabéis, el blog ha sido incluido entre los finalistas del Premio Web del diario La Verdad, cosa que supone toda una honra para mí. Si esto es así es gracias a vuestras visitas, vuestros comentarios y vuestras aportaciones.

Pero bueno, vayamos al grano. El día 3 de octubre del presente año se conmemora el CCXXV aniversario de la solemne consagración de la Basílica de Santa María de Elche además de celebrarse el CCXX de la declaración de la misma como Insigne. Hace ya muchos meses emprendí un estudio con el investigador José David García Hernández sobre la figura de D. Josef Tormo, Obispo de Orihuela en el último tercio del siglo XVIII y persona que facilitó las labores de terminación de la Basílica y su posterior consagración. Una vez comenzamos la investigación, fueron saliendo interrogantes y muchas dudas, que creemos se ven resueltas en el libro que, Dios mediante, se presentará el día 2 de octubre, solemne Víspera de la conmemoración de la Consagración. Ayer mismo entramos a imprenta y empezamos a diseñar nuestro libro con mucha ilusión.

Tras este aperitivo, ahora viene de lo que realmente os quería hablar: del patrocinio de la platería. A menudo ocurre que las iglesias y otras edificaciones religiosas están plagadas de donaciones, no sólo de personas particulares con devoción a una u otra imagen, sino también de los propios eclesiásticos, cuyo deseo era dejar un recuerdo en una determinada parroquia, bien por haber cantado misa, bien por haber sido párroco o por cualquier otro motivo. Sin duda, el Obispo Tormo (1721-1790) es un claro ejemplo de ello: en cada iglesia en la que estuvo dejó una importante huella materializada en forma de donación de objetos suntuarios. Así, la Basílica de Santa María de Elche cuenta con un espléndido copón neoclásico, que fue el utilizado en las ceremonias de consagración el día 3 de octubre de 1784, así como el terno con el que iba revestido y una corona imperial que legó el Prelado a la Virgen de la Asunción. De igual forma, en la vecina población de Cox, cuya iglesia parroquial consagró, se halla una magnífica custodia. Y podría hablar de muchas otras poblaciones más, como Torrevieja (donó un relicario del Lignum Crucis), San Juan de Alicante (un cáliz). También la iglesia de la Asunción de su pueblo natal, Albaida, fue destino de un legado suntuario, pues de la misma forma que en Elche depositó en ella el terno del día de la consagración y un cáliz, del cual tenéis un detalle en la imagen que adjunto arriba.

Me gustaría saber si conocéis casos de este tipo en vuestras respectivas ciudades, puesto que el mecenazgo eclesiástico es un capítulo importante y muchas veces se vieron favorecidas artes suntuarias como la platería o el ornamento litúrgico. Hasta pronto.

Alejandro

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