Estimados amigos:
Se hace obligatorio finalizar esta Historia de la Platería a través de los cálices, con el estilo Neoclásico. Igual que sus predecesores (Románico, Gótico, Renacimiento, Barroco y Rococó), el neoclasicismo francés tendrá sus propios cálices.
Una vez llevados hasta su último extremo los postulados del Rococó más puro, se hacía necesaria una vuelta al orden, de la mano de Napoleón y su corte francesa. Se funda a finales del siglo XVIII un movimiento que, a la par que la Ilustración, pretende volver a retomar los valores clásicos grecolatinos. Este movimiento, conocido bajo el nombre de Neoclasicismo, abarcará los últimos años del XVIII y el primer tercio del XIX, momento en que entrará con personalidad el Romanticismo y sus representantes.
Las formas se depuran y todo se hace más geométrico, más preciso. El nudo que veíamos en los cálices propios del Rococó, de forma triangular y repleto de ornamentación, ha evolucionado hasta su mínima expresión y ahora, en el Neoclasicismo, el nudo es una especie de jarrón estilizado, de paredes rectas.
Se ha obviado la decoración, domina una estricta geometría.
Pues bien, con este capítulo del Neoclasicismo se cierra esta particular Historia de la Platería española. En breve comenzaré la Historia de la Platería española a través de sus Custodias.
Espero que os hayan gustado los cálices. Si hay alguna duda, dejad un comentario y lo resolveré encantado.
Gracias. Un saludo.
Alejandro
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