viernes, 27 de junio de 2008

El ornamento litúrgico. Parte I



Estimados amigos, lectores asiduos de este blog y visitantes:

Tras algunos días sin poder actualizar debido a diferentes motivos, hoy vuelvo con la energía recargada para comenzar una nueva serie de artículos (como la que hice sobre la Historia de la Platería a través de los Cálices o las Custodias de España) que pondrán de manifiesto la importancia del ornamento litúrgico.

En una primera aproximación, se hace necesario hablar de antecedentes. Si no me falla la memoria, Antolín de Villanueva publicó en 1933 (Ed. Labor) un bonito libro titulado Los ornamentos sagrados en España, que constituyó una primera y muy valiosa aportación sobre un mundo prácticamente desconocido. Ni que decir cabe que hasta esa fecha, los historiadores del Arte se habían venido ocupando de otros menesteres y otras manifestaciones, y habían dejado aparcadas a las Artes Decorativas y Suntuarias. Villanueva realiza un alegato de ellas y recopila gran información sobre la evolución de los textiles sagrados, con una especial atención a los ejecutados desde el reinado de los Reyes Católicos hasta el final del Renacimiento. Acompañan al texto algunas imágenes en blanco y negro de piezas destacadas.

Después del estudio de Villanueva se han ido sucediendo varias aportaciones, aunque siempre englobadas dentro de una Historia del Arte, bien local, regional o nacional, pero nunca han llegado a constituirse con personalidad propia. Hasta que en la década de los '90 aparece el profesor Manuel Pérez Sánchez, de la Universidad de Murcia, cuyas tesina y tesis doctoral versaron sobre el arte del textil y el ornamento litúrgico en la Diócesis de Cartagena, llegando a erigirse como uno de los principales especialistas en el campo textil en España.

Actualmente hay abiertas varias líneas de investigación en esta disciplina. La provincia de Alicante, y Elche especialmente, requieren trabajos serios que den a conocer todo un patrimonio olvidado y, a veces, menospreciado. Hoy os dejo con estas dos imágenes, a las que posteriormente volveré: una dalmática del siglo XVIII y una casulla del siglo XVI.

En esta serie sobre ornamentos litúrgicos me voy a ocupar de las distintas tipologías de textiles y su correspondiente evolución artística, porque, no olvidemos, la evolución de los estilos también puede verse en este tipo de obras.

Gracias por leerme. Hasta pronto

1 comentario:

Gonzalo González dijo...

Tienes toda la razón. Incluso pienso que, dentro de las Artes Decorativas, todo lo referente a tejidos es aún más desconocido.

Un saludo y gracias por tus aportaciones!